Thomas
J. Peters nació el 7 de noviembre de 1942 en Baltimore , Maryland .
Obtuvo la licenciatura y el doctorado en ingeniería civil y un título de
posgrado en administración de empresas en la Universidad de
Stanford. En 2004 recibió un doctorado honoris causa de la Universidad Nacional
de Management de Moscú.
Ha servido en la marina de los Estados Unidos
entre 1966 y 1970. También trabajó en la Casa Blanca entre 1973 y 1974 durante la
administración de Nixon.
Después de cumplir las funciones de ejecutivo en
la firma consultora McKinsey & Company durante el período 1974-1981,
estableció su propia consultora, Palo Alto Consulting Center.
Es un guru del Management de los negocios desde los
años 70 hasta hoy. Saltó a la fama tras la publicación de “En Busca de la Excelencia ” en 1982, un
libro en el que incitaba a los dirigentes a enfocar los negocios de un modo
radicalmente distinto.
En el presente, escribe una columna periodística
y es un comentarista habitual del
programa “McNeil/Lehrer News Hour” que se emite por la cadena PBS.
Los Principios Básicos
Tom Peters es un consumado cronista de la
excelencia en las empresas. Su primera publicación, In Search of
Excellence (En busca de la excelencia) fue un gran best seller. Peters
adopta un punto de vista empírico acerca de la gestión de calidad. Se interesa
por lo que ha dado resultados en determinados casos, y explica los motivos del éxito. Esto hace su
lectura amena e interesante. Algunos han criticado su punto de vista por ser de
naturaleza esencialmente anecdótica, y carente de una estructura firme. Peters
ha intentado formular una respuesta a dichos cargos en su tercer libro, Thriving
on Chaos: Handbook for Management Revolution. En este trabajo ofrece 45
preceptos específicos para la transformación de una organización. Estas
indicaciones se resumen a continuación, lo mismo que los nueve principios
básicos de la excelencia, extraídos del
primero de sus libros.
Nueve atributos de la excelencia en las
organizaciones
El manejo de la ambigüedad y la paradoja. El
caos es la regla en las empresas, no la excepción. El clima empresarial es
siempre incierto y ambiguo. El enfoque numérico y racional no siempre surte
efecto porque vivimos en una época irracional.
Predisposición para la acción. Hágalo,
inténtelo, resuélvalo. Lo importante es intentar algo, sin temor al fracaso.
Sochiro Honda, fundador de la empresa Honda, confesó que sólo el uno por ciento
de sus ideas funcionaba. Afortunadamente para él, siguió intentándolo después
de sus 99 fracasos.
Acercamiento al cliente. Las compañías que
se destacan por su excelencia tienen una percepción sagaz acerca de lo que sus
clientes desean. Ello es así porque son consumidoras de su propio producto, o
bien porque escuchan atentamente al consumidor.
Autonomía y espíritu empresarial. La
responsabilidad de un departamento, tarea o problema es esencial para motivar a
los empleados. Es la razón más mencionada entre los que pasan a trabajar por
cuenta propia. Estas compañías permiten y alientan la autonomía y el espíritu
empresarial dentro de su organización.
Productividad por el personal. No es de
extrañarse que el personal actúe de acuerdo con el trato que recibe. Trate a
los empleados como
si no fueran dignos de confianza, y no lo serán. Considérelos como
socios de la empresa, y actuarán como
tales. Las compañías que sobresalen por su excelencia han depositado la cuota
de confianza requerida para que sus empleados hagan bien las cosas.
Movilización alrededor de un valor clave. Indague.
Pregunte constantemente cuál es el valor agregado de cada proceso y
procedimiento.
“Zapatero, a tus zapatos”. Manténgase cerca
de la industria básica de su organización. Las habilidades o cultura
provenientes de una industria diferente pueden ser una influencia fatal para la
organización.
Estructura simple y poco personal. Las
compañías que se caracterizan por su excelencia son organizaciones con pose
personal y sin grandes estructuras de dirección.
Flexibilidad y rigor simultáneos. Se
mantiene el control riguroso mientras al mismo tiempo se permite al personal
mucho más flexibilidad que la acostumbrada.
Los preceptos de Peters para la revolución
de la administración
1. Cree una
capacidad total de dar respuesta al cliente. Esto hace necesario escuchar al
consumidor en cada oportunidad que se presente. Ser extraordinariamente
perceptivo. Crear un nicho de mercado y diferenciar su producto de los de sus
competidores.
2. Persiga una
innovación rápida. No cese jamás de innovar en nuevos proyectos. No se preocupe
por el fracaso, ni por ser original. Si el fracaso sobreviniera, haga que eso
pase rápidamente.
3. Otorgue
autoridad para la toma de decisiones al personal. Confíe en su personal.
Entrénelo. Utilice equipos autodirigidos. Comprometa a todos en todo. Elimine
la administración por el temor y los decretos.
4. Adhiera al
cambio. Cree una visión y demuéstrela mediante el ejemplo. Delegue la autoridad
hasta el más bajo nivel operativo.
5. Reestructure
los sistemas para un mundo caótico. Analice y replantee lo evaluado. Descentralice
la información, comunicándola oportunamente a quienes la necesitan para rendir
mejor. Fije metas moderadas y exija integridad.
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